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jueves, 26 de abril de 2007

Moldetelar viaja!!!!


Los juegos de Moldetelar se van lejos, algunos se fueron al sur a Villa La Angostura y Viedma. También hacia el norte, a San Juan. Otros cruzaron la cordillera, rumbo a Chile. El mes que viene algunos van a Méjico y otros a España. Nos piden de Mendoza, Rosario, Mar del Plata y de Costa Rica, Perú, Escocia!!!. A paso firme se van alejando y encontrando adeptos en otras localidades. Qué bueno leer las elogiosas palabras de quién va descubriendo el sistema!!!
Moldetelar surgió como un chispazo, no fue una idea largamente madurada, sino algo que apareció en mi mente ya armado, quizás no fui consciente del proceso interno que derivó en este resultado.
Claro que después de la idea vino la etapa de moldear su realización y allí conté con aliados incondicionales: mi socio de la vida con el que comparto tantas sociedades como etapas que vivimos juntos, y con nuestra hija menor, que trabaja hace meses desde lo intelectual-creativo para apuntalar esta empresa. Son muy importantes también las manos tejedoras, que desde el principio hacen prendas. Emocionante la colaboración de muchas personas que, desde su ámbito, ayudan, apoyan, estimulan, acompañan el crecimiento de este emprendimiento.
Casi todas las semanas ofrezco charlas informativas para mostrar de qué se trata. Quienes lo desean eligen tomar clases para tejer conmigo, las autodidactas tejen solas. Sólo tienen que comunicar su interés de participar en una, por mail o por teléfono, están invitadas.
Esto es una red que va creciendo, tejida con la participación de "muchos hacedores", deseamos que se acerquen por ejemplo profesoras que quieran transmitirlo a sus alumnos, quienes quieran ofrecerlo en su localidad, estamos abiertos para que la red crezca.
Desde el inicio imaginé un Moldetelar viajero, haciendo que muchas personas disfruten de un método diferente, día a día vamos dando los pasos necesarios para hacerlo realidad.

sábado, 21 de abril de 2007

Tejeterapia

En mis muchos años de tejedora y los otros muchos de ensenanza de tejido, me fueron acompañando una gran cantidad de sensaciones, que al pasar el tiempo fui poniendo en claro como conceptos de qué sucede al hacer esta tarea manual.
Como tejedora experimenté todo lo que se siente: fluir de la creatividad, compañia de ese objeto que crece, interés por volver a tomarlo entre las manos para continuarlo, "adicción" a ese movimiento continuo, que punto más punto e hilera más hilera, da como resultado algo que anhelaba.
Enseñando se hizo más claro, al observar en otras personas, las distintas motivaciones que movilizan el gusto por esta tarea y todo lo que va sucediendo durante su elaboración.
En una oportunidad vi un documental sobre las endorfinas y lo asocié inmediatamente con tejer, esa sustancia que genera el organismo al realizar una actividad placentera, y cómo el cuerpo se las arregla para pedirnos más de eso. Me resultó más claro porqué mis alumnas buscan las clases: logran realizar lo que fantasean, con una ayuda que les resuelve las dificultades y obtienen ese objeto deseado.
El haber sido autodidacta y la constancia para probar muchas opciones hasta encontrar la que me parecía adecuada en cada caso, me brindaron seguridad para resolver situaciones desconocidas. Cuando se plantea un interrogante, busco entre las técnicas conocidas, o pruebo opciones nuevas.
Siempre me resultó fácil la matemática y cuando hoy leí en La Nación, una nota sobre Adrián Paenza y sus libros sobre como ella sirve para pensar distinto, se aclararon algunas otras cuestiones. En el mismo diario, que miro en la compu, leí una nota sobre un congreso en Mar del Plata sobre resiliencia como capacidad para sobreponerse a lo que nos toca vivir, y como hay actividades que resultas reparadoras, la nota habla de tangoterapia, entre otras.
Uniendo todo ésto, todo tiene relación con todo, tejer resulta placentero porque obtengo lo que deseo y lo hago nuevamente sabiendo que me va a dar placer y me animo a probar cosas nuevas como desafío que me estimula y si no sale al primer intento destejo y pruebo otra vez, de todos modos teje que teje, que me place como actividad, reparo la sensación momentánea de frustración de lo que antes no salió como esperaba y cuando logro mi objetivo reafirmo la confianza de que puedo. Verdad que comparten éstas sensaciones......

viernes, 20 de abril de 2007

Muchos ovillitos




Siempre estoy buscando lindas ideas para usar lo que va sobrando. Cuando compro hilado, compro de más ya que no me gusta llegar justito, entonces algo hay que hacer con todo lo que se va juntando, sé que todas comparten esto.
Estas bufandas con "de todo un poco", una en crochet y otra en tricot, si bien elegí una paleta de colores para cada una, me permití combinar distintos tipos de lanas.

Para la de crochet usé aguja Nº 5 e hilados varios, algunos dobles si eran muy finitos.
Tejí en punto zigzag, alternando aumentos y disminuciones, 1 hilera con cada color. La unión de un color y otro la dejé como flequito anudado en los costados.

En la de tricot con aguja Nº 6 mezclé diversos grosores: mecha, merino finito y otros, también elegí un punto zigzag y anudé los cambios de color en los bordes como flequito. Intercalé franjas entre 1 y 5 hileras como máximo.

domingo, 8 de abril de 2007

Bordar jugando

Cuando bordo lo hago sin ninguna tensión como si jugara con los colores y los materiales. Cuando un grupo de alumnas me pide algunas clases de bordado, a veces me resulta difícil transmitirles, independientemente de las técnicas, la sensación que me conduce y me guía para ir aplicando sobre esa superficie lisita lo que simplemente se me va ocurriendo. Si trato de poner en palabras la sensación que me embarga se parece a algo así como la seguridad de que lo que surge es lo adecuado y como además si algo no me gusta, simplemente tiro del hilito y saco eso que no me gustó, la confianza me acompaña. Así que me entrego al placer de "pintar" con los hilos, lanas, mostacillas, o lo que sea en cada caso.



Algunas veces tejo algo con la idea de bordarlo, como esta capita de lana gris que bordé con flores en tonos de bordó y violeta.





Otras veces reanimo prendas compradas, como este pulover de mi mamá





Al saquito color natural le faltaba algo, con lana matizada, rojos, violetas y mostazas parece otro





La campera verde era muy oscura, con las guardas de florcitas la usé muchísimo



lunes, 2 de abril de 2007

Qué se venga el frío !!!!


Hace unos días les mostré algunas partes del tapado que estaba tejiendo. Usé pura lana hilada a mano, lana color bordó fina, triple, y otra finita moulinada crudo y tostado, doble.
Ya está listo, combiné el tejido en Moldetelar con terminaciones y cuello en crochet.
La parte inferior, del pasacinta para abajo, está formada por 4 paños iguales rectangulares, cosidos con costura invisible.