Tapado entre rústico y folk

Todos los años tejo un tapado o un sacón, generalmente en el verano, para que esté listo cuando llegue el frío. El de este año ya está listo. Reuní hilados de distintas características, dentro de una gama de colores cálidos, con cada uno tejí pequeños rectángulos con diferentes tipos de puntos y los cosí para formar el canesú, el borde inferior y los puños. Después elegí un color neutro y con él tejí la pollera y las mangas, por último las vistas y el cuello. Hice las costuras bien a la vista para darle un aspecto rústico, lo contrario de lo que hago habitualmente cuando uno las partes con costura invisible.